La estimulación es una de las principales claves para que el niño aprenda a hablar correctamente: háblale mucho y bien. Te explicamos unas medidas sencillas que puedes aplicar para que tu hijo hable antes y mejor.
- Habla con el niño a menudo, ya desde sus primeras semanas de vida, empleando frases afectuosas y nombrando los objetos que utilizas para cuidarle.
- Anímale a expresarse, aunque sea a base de balbuceos. Deja que el niño grite de alegría y que pronuncie las sílabas que, a partir del sexto mes, emite como respuesta cuando oye tu voz. Estimúlale hablándole y animándole a responderte.
- Emplea un lenguaje sencillo y claro, evitando los términos inventados y mal pronunciados (como guauguau, en lugar de perrito; u otros…). Tu deber es enseñar al niño hablar un lenguaje correcto.
- Ayuda al niño a pronunciar bien las palabras. Repite de manera correcta las palabras y expresiones que pronuncie mal, pero procurando no humillarle ni burlarte de su error.
- Lee al niño cada día un cuento o cántale una cancioncita; es mejor si son siempre los mismos.